Ya en la previa del partido, la cancha era una pileta. El primer tiempo no se pudo jugar con normalidad debido a la gran cantidad de agua que se acumulaba el diversos sectores del campo.
Las únicas emociones de la primera mitad fueron un cabezazo de Bou que se estrelló en el palo y el gol de Calleri, a los 25 minutos, para poner en ventaja al Xeneize. Hasta el descanso no hubo más llegadas de riesgo.
En los 12 minutos que se jugaron del segundo tiempo, la única clara fue una llegada de Castillón, que definió muy suave por encima de Orión, y Meli llegó para sacarla cerca de la línea.
Fue entonces cuando el árbitro decidió suspender el partido por las pésimas condiciones del campo de juego. No solo por las dificultades para jugar, sino porque corría riesgo el físico de los jugadores. Ahora, habrá que ver cuándo se juegan los 30 minutos restantes.
Hernán Sartorio
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