Belo Horizonte vive una revolución celeste y blanca. Los dirigidos por Alejandro Sabella realizaron una práctica a puertas abiertas en el estadio Independencia del club América, donde miles de hinchas argentinos y también varios locales se agolparon para ver de cerca al plantel y aclamar a Messi.
Nadie quiere perderse la oportunidad de tener cerca al mejor jugador del mundo y todos deliran cuando hace un gesto a la tribuna. Lionel es capaz de todo, hasta de lograr que un puñado de brasileños se ponga la camiseta argentina. Es que la locura por el astro del fútbol traspasa fronteras y colores, solo importa el "Messi" estampado en la espalda.
Luego de un entrenamiento bastante distendido y sin mayores sorpresas, los jugadores se disponían a retirarse del campo de juego rumbo al vestuario cuando varios simpatizantes invadieron el césped y se acercaron de manera efusiva. Un joven simuló lustrarle los botines a Messi y se persignó, a lo que La Pulga respondió con un gran gesto: se sacó el buzo y se lo entregó con un abrazo de por medio.
La pasión de los presentes desbordó las tribunas. Los colados comenzaron a aumentar y varios jugadores se mostraron algo molestos, como el caso de Mascherano que también ragaló su indumentaria pero no con la mejor cara. El operativo de seguridad se vio superado, pero la policía local frenó la situación antes de que pasara a mayores.
El aliento albiceleste se mezcló con el verdeamarelo como nunca antes y quizás como nunca más. Todos comparten su admiración por el 10 y un mismo sueño: reencontrarse el 13 de julio en el Maracaná.
Maca Alvarez Kelly
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