Pero el equipo de Gallardo mostró una cara muy distinta en el complemento y el partido fue otro. Desde el inicio salió dispuesto a buscar el arco de Armani y llegó en varias oportunidades: Sánchez llegando por sorpresa, Pisculichi con un tiro libre y Funes Mori con un cabezazo. Hasta que finalmente llegó la igualdad que ya era merecida. Pisculichi, con un disparo tremendo de casi 30 metros, la mandó a guardar. River se reveló y fue a buscarlo con hambre y mucha actitud. Se hizo dueño de la pelota y llevó peligro al área de un Nacional que se quedó notablemente y no fue ni la sombra de lo que había mostrado en el primer tiempo. El Millonario incluso pudo ganarlo sobre el final, pero Cavenaghi la mandó por encima del travesaño.
El 1-1 final termina siendo un resultado positivo que refleja la capacidad de reacción de un equipo que pudo haberse ido goleado al entretiempo, pero encontró las herramientas para revertir la situación y hacerse dueño del partido. El próximo miércoles, el Monumental será el escenario de una final apasionante en la que River deberá ganar para alzarse con la Copa Sudamericana. Núñez se vestirá de fiesta, porque la ilusión está intacta.
Macarena Álvarez Kelly
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