Las noticias que llegaban de Rosario obligaban al Millonario a quedarse con los tres puntos para estirar la definición del torneo hasta la última fecha. Pero las cosas no arrancaron de la mejor manera y la falta de jerarquía en ciertos puestos le jugaron una mala pasada al equipo de Gallardo.
Banfield se puso en ventaja gracias a una gran definición de Bertolo. Luego, Barovero volvió a hacerse gigante para evitar que el visitante ampliara el marcador y mantener con vida a River. Los ingresos de Cavenaghi y Sánchez fueron determinantes, le cambiaron la cara a un equipo que se encerraba en sus propias limitaciones.
El Torito igualó las cosas con un disparo de afuera del área y desató la locura en las tribunas que lo ovacionaron sin parar por haber alcanzado el centenar de goles con la banda. Pocos minutos despúes, el uruguayo puso el 2-1 de cabeza. Un error defensivo de Solari desembocó en un penal para el Taladro que Salcedo transformó en el 2-2.
Cuando parecía que se escapaban más puntos valiosos jugando en casa, Solari encaró para el área de Servio y Bianchi Arce lo bajó cometiendo penal. Ahí apareció nuevamente el Cavegol para marcar su gol 101 y darle la victoria a River ante su gente. Un premio más que merecido luego de la larga recuperación que tuvo que soportar por la operación.
El Millonario hizo la tarea y dejó a Racing con las ganas de gritar antes de tiempo. Además, por disputar la final de la Copa Sudamericana, River pidió la postergación de la última fecha y el fútbol argentino recién tendrá un nuevo campeón dentro de dos semanas. Los de Núñez no se rinden y aún siguen con la viva esperanza de repetir.
Macarena Álvarez Kelly
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