En la previa, podía ser cuestionable la decisión de Gallardo de ir al Cilindro con un equipo lleno de pibes. Pero lo cierto es que en el transcurso del partido poco se notó la diferencia. Es más: el visitante contó con tres chances claras de abrir el marcador, pero Saja estuvo para impedirlo. De manera increíble, tras siete rebotes y sin merecerlo Racing se puso en ventaja tras un error defensivo compartido entre Barovero y Funes Mori, que el defensor terminó mandando adentro.
El resto de la primera parte y el complemento se desarrollaron sin mayores incidencias. River intentó y se hizo de la pelota, pero la inexperiencia de algunos jugadores y la decisión del local de defender el resultado le hicieron imposible llegar a la igualdad. Ninguno de los dos volvió a patear al arco. Y aunque por chances y por comparación en los rendimientos lo más justo hubiera sido un empate, lo cierto es que Racing se quedó con tres puntos que le permiten treparse a lo más alto.
Lo único para destacar en el Millonario son los buenos rendimientos de Pezzella y Mammana, que junto con Cirigliano -volvió al primer equipo luego de un año y medio- fueron de lo mejorcito en una mala noche. También vale la pena remarcar el regreso de Cavenaghi a las canchas, aunque poco pudo hacer desde su ingreso con un equipo que no encontraba los caminos. Por el lado del equipo de Cocca, resaltar la buena fortuna del último mes, cuando se llevó varios triunfos sin jugar bien. Pero para salir campeón también hay que tener suerte, ¿no?
Ahora River se jugará una parada decisiva el jueves ante Boca por la Sudamericana, donde se verá si la apuesta del entrenador de darle descanso a los titulares realmente valió la pena. En cuanto al torneo local, que lo tuvo como único líder durante doce fechas, ahora deberá ganarle a Banfield y a Quilmes, esperando que la Academia pierda puntos en Rosario ante Central o en su casa contra Godoy Cruz.
Macarena Álvarez Kelly
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