Domingo 3 de Febrero del 2013. River y Boca jugaban un superclásico de verano en Córdoba, encuentro que iba a ganar el Millonario por 2 a 1. Riquelme, que en aquél entonces no se encontraba en el club, le dijo a Carlos Bianchi: “Si usted quiere, yo vuelvo. Y si hay que sufrir, suframos juntos...”. Román volvió y compartió hasta mediados del 2014 este tercer ciclo del Virrey. Ciclo que no fue lo esperado, con un flojo rendimiento por Copa Libertadores y un 19° puesto por el Torneo Final 2013, entre otras campañas irregulares. Ahora el enganche no está y el que se quedó a seguir sufriendo es el técnico más ganador de la historia del Xeneize.
Hoy Boca se fue al descanso perdiendo 3 a 0, donde quedó demostrando que no encuentra respuestas a uno de sus peores momentos futbolísticos. Sin soluciones en ninguna de sus lineas; Una defensa que no se cansa de cometer errores partido tras partido; Jugadores que no están al nivel que exige la institución e igual son tenidos en cuenta; Desatenciones groseras, como en el segundo gol de Estudiantes, dignas de un equipo que no encuentra una identidad de juego. Y tiene un técnico que por fuera sigue confiando en sus dirigidos, pero por dentro sabe que este momento es muy complicado y difícil de revertir.
Los títulos de Carlos Bianchi en Boca nadie se los va a quitar. Ni si quiera este paupérrimo tercer ciclo en el club. Pero, ¿es necesario seguir sufriendo?
Ezequiel Cribelli
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