Tras un comienzo dubitativo para el equipo
visitante, con una llegada clara de Hernán Barcos que salvó
milagrosamente Buffarini sobre la línea a los 10 minutos, el trámite
del partido se acomodó para los de Boedo que no pasaron más
sobresaltos hasta el final del primer tiempo.
Tan sólo 5
minutos había pasado del arranque de la segunda etapa y Hernán
Barcos empuja una pelota que había quedado boyando, tras un corner
pero el juez de línea cobra, correctamente, fuera de juego. Desde
ese momento, Gremio fue un aluvión, teniendo la pelota y presionando
en campo rival, tratando de convertir un gol, para por lo menos poder
forzar los penales. El equipo azul y negro busco mucho, tanto que a
los 65 minutos, tras un tiro libre, nuevamente, Barcos, mete un
testarazo que pega en el palo y queda en las manos de Torrico.
Bauza
metió mano en el equipo, entró Prosperi por Villalba y Fernando
Elizari por Correa, que no tuvo un buen partido. A pesar de las
sustituciones, Gremio seguía atando y a los 83, tras un centro desde
la derecha, Dudú mete la cabeza para que el local pase a ganar 1-0 y
así forzar los penales. Tras la conversión, el técnico de San
Lorenzo, saca a Elizari, extrañamente, para que ingrese Blandi,
pensando en las ejecuciones desde el punto del penal.
Tras el
pitazo final del árbitro Silvera, se vinieron los penales, donde
comenzó Barcos y Torrico la desvió. Ortigoza y Matos metieron sus
ejecuciones, para el azulgrana y en el tercer penal de Gremio, volvió
a agigantarse la figura del arquero cuervo. Luego patearon Blandi y
Buffarini para terminar la definición 4-2 y darle a los de Boedo una
clasificación sufrida, pero merecida. De esta manera, en el día del
trabajador, los jugadores de San Lorenzo se ganaron su descanso. Con
Cruzeiro como rival confirmado para la próxima ronda, los de Bauza
se disponen a regresar a la Argentina y continuar preparándose para
lo que resta del torneo y la Copa.
Robertino Yacoy - San Lorenzo
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