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domingo, 17 de agosto de 2014

La otra cara de la banda

El Millonario salió a defender el título de campeón jugando como tal. Con goles de Teo y Pisculichi, River ganó 2 a 0 en su vuelta al Monumental, pasó por encima a Rosario Central y se fue aplaudido por su gente.



Los cambios de Gallardo dieron resultado y el Monumental fue escenario de un fútbol de alto vuelo. Sobre todo en el primer tiempo, River se hizo dueño total de la pelota y borró de un plumazo a su rival. Las figuras fueron muchas, o fueron todos. El equipo de Gallardo lo tuvo todo: agresividad, dinámica, asociación, triangulación, compromiso, precisión y mucha intensidad. Quizás lo que faltó fue un poco más de eficacia ante la gran cantidad de chances que tuvo para ampliar el marcador en los primeros 45 minutos.

El primer gol llegó luego de una gran jugada entre Rojas y Vangioni, que Teo Gutiérrez definió de gran manera entrando desde la derecha. El colombiano tuvo un gran partido: retrocedió, asistió a sus compañeros y fue clave en la creación de juego. Trató de asociarse con Mora dentro del área y se entendió de buena manera con Sánchez. El volante uruguayo también cumplió con una gran actuación: no dio ninguna pelota por perdida, generó faltas y peligro constantemente.

Otro que dio la nota fue Leonardo Pisculichi. El enganche tiene la dura tarea de reemplazar a Lanzini y lo hizo con creces. Complicó constantemente a la defensa de Central, pidió la pelota siempre y regaló algunos lujos. Con dos amagues dentro del área desparramó al defensor rival y definió con un zurdazo inatajable para poner el 2 a 0 definitivo. Gran carta de presentación para el hombre proveniente de Argentinos Juniors, que se retiró aplaudido del campo de juego.

Pero sin duda la mayor ovación se la llevó Matías Kranevitter. El tucumano dio cátedra de lo que debe hacer el 5 de River. Fue clave en la presión y la recuperación, pero también se asoció de gran forma con Sánchez, Rojas y Teo, haciendo triangular el balón en la mitad de la cancha y colaborando con la generación de juego y la salida rápida desde el fondo. Un verdadero crack.

De esta manera, River encantó a su gente en la vuelta a casa y continúa haciendo del Monumental una fortaleza. Acumula 9 victorias consecutivas jugando como local, con 18 goles a favor y solamente 2 en contra (ambos en el triunfo por 3 a 2 sobre Racing). De esto se desprende el buen presente de la defensa millonaria, que se mantiene practicamente inmutable. Solamente Funes Mori, de gran nivel, ha ocupado el lugar de Balanta en la zaga central.

Gallardo pudo plasmar, gracias a las modificaciones, la identidad de juego que pretende en el equipo. En el segundo tiempo, cuando el físico ya no daba para continuar con tanta intensidad, se reguló de manera inteligente. Pero el equipo nunca pasó sobresaltos ni se sintió acorralado. Chiarini, en el arco, fue un espectador de lujo. Incluso sobre el final, la diferencia en el marcador pudo ser mayor. Ante la falta de refuerzos, la nueva faceta del Millonario permite dar rienda suelta a la ilusión.

Macarena Alvarez Kelly

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