Boca volvió a mostrar un bajo desempeño, pero en esta vez le alcanzó para ganar agónicamente en Córdoba por 1 a 0 tras un gran cabezazo de Emmanuel Gigliotti. Luego de una semana complicada, llegó la tranquilidad al barrio de La Boca.
Cuando un equipo visita el Estadio Mario Kempes sabe que no va a tener un encuentro accesible, y en esta no fue la excepción. Belgrano complicó mucho a un conjunto de la ribera que demostró voluntad pero poco juego que en el transcurso de los minutos fue de menor a mayor, en especial cuando Fernando Gago tuvo que abandonar el campo de juego por una contractura. A pesar de esto, los dirigidos por Carlos Bianchi nuevamente tuvieron esa inseguridad que genera un equipo nuevo que todavía no se termina de afianzar.
Los cordobeces no pudieron aprovechar estas falencias y, al contrario del xeneize, su juego fue de mayor a menor debido al nerviosismo que generaba no poder cerrar el partido y por dos penales que no cobrados por el árbitro Diego Ceballos. Para colmo, sobre el final, Orión le ahogó el grito de gol a Mansanelli en una tapada estupenda. Luego de esta jugada llegó el contragolpe letal de Boca comandada por Carrizo, quien volvió a tener un buen desempeño, brindando un gran centro para que Gigliotti quedara mano a mano contra el arquero Olave y de cabeza decretara el 1 a 0 final.
Boca le debía una victoria a su gente tras la derrota del pasado Domingo frente a Newell's en la Bombonera y la consiguió, pero lo que a la mayoría del mundo xeneize no conforma es que el nivel del equipo no convence, salvo al entrenador.
Ezequiel Cribelli - Boca
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