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sábado, 11 de octubre de 2014

Ni los mejores ni los peores

Argentina perdió el Superclásico de las Américas ante Brasil por 2 a 0, con goles de Tardelli, en lo que fue el segundo partido de la Era Martino. Messi erró un penal. El próximo martes, ante Hong Kong.


Un horario raro para ver a la Selección de Martino, pero todo sea por ver a la celeste y blanca. El Nido de Pajaros de Beijing fue el escenario arquitectónico de lujo en tierras asiáticas que albergó uno de los clásicos más importantes del fútbol mundial. Estadio en donde varios de los que hoy dieron el presente, estuvieron en la conquista del Oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, como Messi, Mascherano y Di Maria, entre otros.

En lo que respecta al partido, Argentina tuvo un buen arranque en donde a los pocos segundos que comenzó el partido, un pelotazo de Di Maria cayó en pies de Agüero que remató desviado, pero preocupó a la defensa de Brasil. En esos primeros minutos, el equipo de Martino presionó, se hizo de la pelota y buscó por todos los frentes, sin lastimar a Brasil. Un disparo de Di Maria se fue alto, después de una buena combinación entre Fideo y Lamela. 

Messi apareció poco, pero punzante, arrancando desde la derecha como en sus viejos tiempos en Barcelona. En el minuto 27, tras una desatención en el fondo argentino entre Zabaleta y Fernández, que se molestaron tras un centro por la derecha, la pelota cayó en los pies de Tardelli que de primera definió al segundo palo de Romero que nada pudo hacer. Después del gol, el partido cambió. Argentina entró en una meseta, se descompensó y le dio espacios a Brasil (y sobre todo a Neymar) para que hiciera lo que quisiera.

El segundo tiempo arrancó como terminó el primero: con Brasil siendo simple y buscando el arco de Romero de manera más directa. Asi fue como el segundo tanto vino tras otro error argentino. Un córner desde la izquierda, en donde nadie anticipó la llegada de David Luiz que dejó solo a Tardelli para que el 9 empujara la pelota dentro de los tres palos. Luego Argentina buscó, intentó, pero no tuvo exito. Así, con esta victoria brasileña, el historial entre los dos equipos quedó empatado en 36 triunfos para cada lado.

Un partido que nada tuvo que ver con la victoria ante Alemania por 4 a 2. Un proceso que recién arranca, con jugadores nuevos y una idea de juego nueva, que tendrá que pulirse con el correr de los entrenamientos y los partidos. El próximo compromiso será el martes ante Hong Kong, que en los papeles parece un trámite, pero en el verde césped todo puede pasar. Citas obligadas que sirven para darle ruedo a este nuevo grupo de jugadores que buscará ponerse a punto para lograr la Copa América que está a la vuelta de la esquina. 

Esto recién comienza, esta derrota deja un sabor amargo porque perder con Brasil siempre duele, sobre todo después del Mundial jugado en sus tierras. Pero está claro que ni antes eramos los mejores, ni ahora por esta derrota somos los peores.



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