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martes, 8 de julio de 2014

Duelo de goleadores

Higuaín arrancó de menor a mayor, mientras que Van Persie se fue quedando. Mientras todos montan operativos para frenar a Messi y a Robben, los goleadores de Argentina y Holanda se preparan para hacer de las suyas y darle a su equipo el pase a la gran Final.


En estas instancias finales, todos esperan que aparezcan ellos. Los artilleros, los dueños del área, las cartas de gol. Y, como es lógico, no son ajenos a los vaivenes futbolísticos ni a las críticas cuando no están amigados con la red rival. Entre ambos suman nada más y nada menos que 427 goles.

Gonzalo Higuaín no tuvo un buen arranque de Mundial. Su sequía se prolongó durante los primeros cuatro partidos y fue recién en cuartos, contra Bélgica, cuando pudo reencontrarse con el grito sagrado. Por el contrario, Robin Van Persie demostró un abanico de recursos en el debut frente a España y marcó un doblete, pero se fue quedando sin nafta.


El derechazo furibundo que se clavó junto al palo derecho de Courtois no sólo significó un corte en su marca negativa de 338 minutos sin anotar, sino que también le otorgó confianza y lo envalentonó para convertirse en la figura del partido. Higuaín está disputando su segunda Copa del Mundo (En Sudáfrica 2010 hizo cuatro goles) y cuenta con 22 festejos en 41 encuentros con la Selección.

Complicado por una lesión al final de la temporada, el Pipita arrancó el Mundial entre grises. Parecía a contramano de sus compañeros: a un ritmo distinto , con la pelota rebotándole y, además, siendo una víctima de la falta de juego del equipo. Pero Sabella confió en él y el jugador del Napoli pagó con creces: aportó el gol del triunfo que le permitió a Argentina romper la maldición de cuartos y volver a jugar una semifinal despúes de 24 años.

A Van Persie le toca cubrir el hueco que dejó Ruud Van Nistelrooy. El delantero se encuentra disputando su tercer Mundial (ya estuvo en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010) y es el goleador del seleccionado holandés con 46 tantos en 89 partidos disputados. Se entiende de memoria con Robben y Sneijder, se buscan y saben cómo combinarse para desequilibrar al rival. El entrenador Van Gaal lo respalda y lo considera una pieza infaltable en el engranaje naranja. El capitán.

Uno está embalado y el otro quiere retomar la senda. Mañana, en semifinales, ambos buscarán llevarse todos los flashes para darle a su equipo la posibilidad de enfrentar a Alemania en la gran Final. Aunque parezca que están perdidos o desconectados, pueden dar la sorpresa en cualquier momento del partido. Mientras todos posan sus miradas en Messi y en Robben, los dos animales del gol esperan agazapados.

Macarena Álvarez Kelly

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