Nueva
ilusión; nuevos jugadores; mismo desempeño. A pesar de haber terminado un buen
torneo anterior, Boca no se pareció a ese equipo y volvió a asemejarse al de
siempre, con los mismos errores defensivos e individuales. A lo que le sumó la
falta de creación de juego, con un Gago muy apagado cuando el equipo lo
necesitaba y los puntas Martinez y Gigliotti estáticos. Lo rescatable en el
primer tiempo fue la aparicion de Federico Carrizo, quien tuvo la chance más
clara. El encuentro venía siendo luchado y con varias interrumpciones, hasta
que llegó el derechazo de afuera del area del juvenil Mauricio Tevez, para que
Newells se vaya al descanso arriba en el marcador.
En el
segundo tiempo, Boca siguió con los mismos síntomas que en el comienzo. Por
eso, Bianchi mandó a la cancha a los debutantes Fuenzalida, Chávez y Castellani
que intentaron cambiarle el rostro al equipo pero poco pudieron hacer, debido a
que el conjunto rosarino se cerró bien atrás en busca de cuidar el resultado y
supo como manejar los tiempos del encuentro. El xeneize, necesitado de
buenos resultados, arrancó este Torneo de Transición con el pié izquierdo, y
con una Bombonera que por momentos estuvo bastante caldeada con gritos a favor
de Juan Román Riquelme y cánticos en contra de la gerencia de Daniel Angelici.
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