Este domingo, a partir de las 19 horas, la selección Argentina enfrentará a quien será, a priori, un duro rival, Bosnia y Herzegovina. A la espera de la evolución de Gonzalo Higuaín, Alejandro Sabella aún no confirmó el equipo que jugará en el Maracaná.
Cuatro años fueron suficientes para aprender de esa dolorosa derrota sufrida ante Alemania en cuartos de final del mundial de Sudáfrica. Hoy otro capitán dirige este barco, y parece haber hecho madurar lo que en ese entonces era un equipo desorientado. La llegada de Sabella, discutido por muchos, significó un cambio, el retorno a la coherencia que anteriores gestiones no habían sabido darle.
El domingo arranca una nueva ilusión, una ilusión de la que millones de almas son parte, la de volver a ser esa Argentina protagonista que, con el mejor del mundo entre sus filas, le planta cara a las potencias mundiales.
La posible baja de Gonzalo Higuaín es un dolor de cabeza para Sabella. El técnico podría mutar la formación, utilizando una línea de cinco defensores. Cabe recordar que ya la utilizó ante este rival en un amistoso en el que la selección se impuso por 2-0.
De esta manera, el once sería: Romero; Zabaleta, Campagnaro, Fernández, Garay, Rojo; Maxi Rodríguez, Mascherano, Di María; Messi y Agüero.
Bosnia y Herzegovina viene enrachado. Ganó todos los amistosos que disputó, y se perfila como uno de los candidatos a dar la sorpresa en Brasil. "Seguro que Messi tendrá libertad de movimientos y estará en varias zonas. Cada vez que toque el balón, habrá alguien cerca de él", reconoció Safet Susic, DT del seleccionado europeo.
La formación sería: Begovic; Mujdza, Bikacic, Spahic, Kolasinac; Pjanic, Medunjanin, Lulic; Misimovic; Ibsevic y Dzeko.
Facundo Orpelli
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