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viernes, 20 de junio de 2014

Suiza a la roquefort

En un partidazo, la Selección de Francia goleó por 5 a 2 a un conjunto suizo que solamente se pudo despertar sobre el final del juego, anotando en dos ocasiones para descontar el marcador.  La perlita fue el sexto gol anulado a Benzema, anotado segundos después de que el árbitro había pitado el final del encuentro.


El Estadio Fonte Nova fue el sitio donde se produjo un espectáculo de fútbol, digno de ser visto por todos los fanáticos de este hermoso deporte. El encuentro había arrancado parejo, hasta que se produjo un hecho desafortunado entre el delantero del Arsenal, Olivier Giroud, y el defensor suizo Steve Von Bergen, quien terminó con un corte en su ojo izquierdo, preocupando a todos sus compañeros. 

Ocho minutos después, Giroud conectó de cabeza un gran córner ejecutado por Matthieu Valbuena y así abrió el marcador para los 'Blues'. Tan duros fueron estos golpes para Suiza que un minuto más tarde ya caía por 2 a 0, tras una gran contra francesa comandada por Karim Benzema y finalizada por un buen remate de Blaise Matuidi. A los 32 minutos, el crack del Real Madrid erró un penal atajado por el arquero Diego Benaglio, pero minutos más tarde Matthieu Valbuena anotaba el tercer tanto del encuentro (Anteriormente había malogrado un gol tras el rebote del penal de Benzema).

Luego de la paliza recibida en el primer tiempo, Suiza empezó a jugar un poco mejor y logró acercar peligro al área defendida por Hugo Lloris, pero el Monsieur Benzema logró, a los 22 minutos del complemento, su revancha con el gol y decretaba el 4 a 0. Este resultado a favor no fue suficiente para un conjunto galo que iba a terminar anotando el quinto gol por intermedio del mediocampista Moussa Sissoko. Los goles de Dzemaili, en primera instancia, y Xhaka iban a servir solo para el honor de Suiza, quien ya había perdido el partido hacía rato. Quedó como anécdota el gol que no fue: Benzema anotó segundos después de que el árbitro Björn Kuipers había pitado el final, por lo que no fue convalidado.

La selección comandada por Didier Deschamps volvió a demostrar un gran nivel de juego colectivo e individual, con un gran poderío ofensivo que dejó un saldo de 8 goles en dos partidos. Francia, con un director técnico que ya sabe lo que es ganar un Mundial, definitivamente se calzó el saco de candidato.

Ezequiel Cribelli

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