Arrancar sufriendo

Argentina debió luchar contra sus limitaciones y sus propios miedos para llevarse el triunfo por 2 a 1 en su debut. Kolasinac, en contra, puso en ventaja al conjunto albiceleste y Messi convirtió un verdadero golazo. Sobre el final, Ibisevich descontó para Bosnia.

     El conjunto dirigido por Alejandro Sabella debutó con un triunfo que costó más de lo esperado. El equipo albiceleste se puso en ventaja rápidamente cuando, luego de un tiro libre de Lionel Messi, el bosnio Sead Kolasinac desvió la pelota en contra de su propio arco. Pero arrancar ganando no le dio tranquilidad a Argentina, sino todo lo contrario: cedió campo y pelota a su rival que quería resarcirse de su error.

      Las dudas del entrenador para el armado del equipo y la intención de probar un esquema con cinco defensores le terminaron jugando una mala pasada al equipo, lo que quedó evidenciado en un primer tiempo muy chato y de una producción tan mala como preocupante.

     Pero Sabella pareció darse cuenta de su error y pateó el tablero en el entretiempo. Fernando Gago ingresó en el medio para auxiliar a Mascherano y ser el nexo que le hiciera llegar la pelota a La Pulga, mientras que Gonzalo Higuaín se complementó en ataque para sumar peso ofensivo y arrastrar marcas que liberaran el camino hacia el arco.

     El trámite del partido mejoró sustancialmente. Messi se hizo protagonista y con una tremenda jugada de esas que lo caracterizan (enganchando y eludiendo rivales de derecha hacia el centro) estampó el 2-0 que hizo delirar al Maracaná. El rosarino lo gritó con alma y vida, rompiendo esa mala racha que lo había mantenido alejado de las redes por ocho años en Copas del Mundo (sólo había marcado en el triunfo por 6 a 0 ante Serbia y Montenegro en Alemania 2006).

     Pero aún quedaba tiempo para sufrir. Sobre el final del partido, Vedad Ibisevic descontó para el seleccionado bosnio luego de una desatención defensiva del fondo argentino y una floja respuesta de Romero. El conjunto sudamericano se dedicó a defender de manera desordenada y sin poder manejar la pelota. 

     Al finalizar el partido, Sabella reconoció haberse equivocado en algunos conceptos, mientras que los jugadores admitieron sentirse mucho más cómodos con el sistema utilizado en el segundo tiempo. Ya pensando en Irán,  habrá que ver si el entrenador vuelve a priorizar la gran virtud del equipo (los cuatro atacantes) o insiste en buscar un mayor equilibrio defensivo que no se pudo cristalizar ante Bosnia. 

Macarena Alvarez Kelly